sábado, 18 de agosto de 2012

PROGRAMA Nº104 17/08/2012

APERTURA


EXPLORAR SIEMPRE EXPLORAR



Por: Julio A Guerrieri

Desde que bajamos del árbol a la sabana africana no hemos dejado de explorar. Primero con temor a los depredadores mirando por sobre los altos pastizales y después en las grandes migraciones hacia el norte. Cuando nos organizamos socialmente, grandes caravanas de gente iban de un lado al otro del planeta, primero por tierra y luego por mar, en busca de nuevos horizontes y con varias excusas: económicas, políticas, religiosas y científicas. La cuestión es que llevamos en nuestros genes la innata iniciativa de la exploración. En las últimas décadas se nos presenta la frontera final: el espacio exterior.

Y fieles a nuestro ADN queremos ir a las estrellas. Pero nuestros cuerpos biológicos son muy frágiles fuera de la Tierra: apenas salimos debemos acondicionarlos adecuadamente para sobrevivir. Pero no ocurre lo mismo con nuestras máquinas, Podemos prepararlas para soportar las bajas temperaturas del espacio y el letal abrazo candente del Sol. Con los robots hemos ido a prácticamente a todos los planetas del Sistema Solar y nos han brindado un resultado muy satisfactorio en sus misiones, con muy pocos altibajos. Es como si un humano estuviera allí, pero sin el peligro mortal de los cinturones de radiación de Júpiter, la presión y el infierno de Venus ó la helada atmósfera de Titán. Nuestros robots hacen el trabajo que nosotros no podríamos hacer en condiciones extremas. Y seguramente serán los embajadores materiales de la existencia del Género Humano en las misiones interestelares de los próximos siglos.

Podemos imaginar en un futuro lejano toda una actividad galáctica con intercambio de materias primas entre muchas y distintas civilizaciones avanzadas donde nuestras máquinas estarán compuestas seguramente por elementos ciberorgánicos en donde, al menos en parte, el Homo Sapìens demostrará su presencia entre las estrellas.

Mientras tanto, por estos días un robot anda por las rojas arenas del planeta Marte haciendo lo que el hombre siempre ha hecho: explorar.

Bienvenidos al 104º programa de EL TERCER PLANETA


Y gracias por estar.



OBSERVAR EL CIELO A TRAVES DE LA RADIO


Hoy en nuestra sección de exteriores los convocamos para el 21/08/12 a partir de las 19:00 Hs en el cielo del Oeste a una altura de aproximadamente 45° a observar una conjunción entre la estrella Spica, los planetas Marte y Saturno a los que se suma nuestro satélite natural.

La distancia entre La Luna y la estrella será de aproximadamente 27’ de arco casi el mismo tamaño del diámetro aparente de nuestro satélite.

Buenos cielos.......

 


EL TEMA

Voyager: Una historia de amor


Abril 28, 2011: Algún día, dentro de muchos años —tal vez miles de millones de años, nadie lo sabe— seres extraterrestres podrían sorprenderse al encontrar una vieja nave procedente de la Tierra. Situada improbablemente lejos de su planeta de origen, la antigua sonda está helada como el espacio que la rodea, su fuente de energía nuclear hace mucho que se ha agotado, una antena blanca e icónica apunta silenciosa hacia el vacío, sin enviar dato alguno a la especie que la construyó. Pero aun así la sonda Voyager (Viajero, en idioma español) podría hablar a quienes la encuentren. (Seguir leyendo)

Las Voyager 35 años después



Los días 20 de agosto y 5 de septiembre, se cumplirán 35 años de los lanzamientos de las sondas espaciales Voyager 2 y 1 respectivamente, ya que por diversos motivos, se vio postergado el lanzamiento de la Voyager 1, convirtiéndola en la segunda en emprender su largo viaje detrás de su hermana gemela, aunque el tiempo la convertiría nuevamente en la primera, al alcanzar (el 16 de agosto de 2006) la inimaginable distancia de 100 Unidades Astronómicas de nosotros, es decir, 15 mil millones de Km.

Recordemos que la Unidad Astronómica es una medida de distancia empleada dentro del Sistema Solar, que utiliza como referencia la distancia promedio Tierra-Sol, de 150 millones de Km.
Han pasado 6 años más y la Voyager 1 ya está sobrepasando las 120 Unidades Astronómicas, lo que hace que su señal (información que llega u órdenes que se le envían) demoren 17hs de viaje a la velocidad de la luz (300 mil km/s)
Las Voyager, fueron diseñadas para tener una vida útil de unos 20 años, pasando por las cercanías de los gigantes gaseosos Júpiter y Saturno, para luego separarse e ir la Voyager 1 en ángulo hacia “arriba” del plano del Sistema Solar y su hermana gemela, en ángulo hacia “abajo”. Pero se dieron cuenta que por esos años, serían favorables las posiciones dentro del Sistema Solar, de los otros dos gigantes gaseosos (que se da cada 175 años) Urano y Neptuno, por lo que se cambiaron ligeramente los planes, pasando la Voyager 2 por las vecindades de Urano (1986) y Neptuno (1989) siendo la única en llegar por sus cercanías, para luego si, continuar el viaje establecido, perdiéndose entre las estrellas.

Estas sondas, portan un disco de 30cm de diámetro bañado en oro (para protegerlo del deterioro de espacio y la radiación) llevando grabado saludos de la humanidad en 55 idiomas (incluido, sonidos de una ballena); 118 fotografías; 90 minutos de música del mundo; datos científicos universales y un mapa estelar indicando la ubicación de nuestro Sol, entre otros.
Pocos recuerdan, que incluye un electroencefalograma de una mujer enamorada y que toda la idea, diseño y recopilación fue tarea de un equipo formado por Carl Sagan; Ann Druyan (su segunda esposa) y Frank Drake entre otros.

Claro que el espacio es inconmensurable, y para que las Voyager pasen astronómicamente “cerca” de una estrella, (a 1,6 años-luz de ella) les demandará más de 40.000 años (sí, cuarenta mil años), aunque sin esperar tanto, en este momento podemos estar todos muy orgullosos, porque ya son los ingenios humanos que más lejos han llegado.

Actualmente están cruzando el último tramo del Sistema Solar (zona en la que aún se siente la presencia del Sol, aunque va perdiendo paulatinamente su predominio) algo que anteriormente se desconocía. ¿Dónde terminaba la fuerza del Sol y comenzaba la del cosmos? ¿Cuál era el límite del Sistema Solar? por llamarlo de alguna manera. Ningún astrónomo podía afirmarlo.

Gracias a la información de la Voyager 1, se está determinando y se evalúa si es correcta la hipótesis de que el Sistema Solar se encuentra lindante a un área denominada Nube Interestelar Local o “pelusa local” zona formada por muy pocos átomos de gas hidrógeno y helio a unos 6.000Cº, producto de un grupo de viejas estrellas, que terminaron sus días estallando como supernovas hace unos 10 millones de años.
La “pelusa local” presionaría la heliosfera, una especie de burbuja mantenida por el Sol que contiene al Sistema Solar, que gracias a fuertes campos magnéticos generados por el Sol, contrarrestarían dicha presión.
Todo esto, indicaría que la Voyager 1, se acerca al medio interestelar. El Sol va perdiendo lentamente su influencia y se van detectando cada vez más partículas de alta energía (del cosmos) y menos de baja energía (del Sol) mientras continúa su largo viaje gracias a la inercia, manteniendo, con una débil señal, contacto con la Tierra para enviar los datos obtenidos por cinco instrumentos que aún mantienen encendido, los que funcionan mediante un poco de energía nuclear, y según se calcula, la abastecerá hasta el 2020.

Pero en diciembre del 2011, decidieron apagar un “calentador” que mantenía a 23Cº un Espectrómetro Ultravioleta para ahorrar energía, con la esperanza de así lograr mantener valioso contacto con la sonda hasta el 2025. Luego, continuará su inexorable viaje, mientras, en la Tierra se analizarán los datos obtenidos.
En el espacio será sólo silencio, en la Tierra continuarán rondando las preguntas ¿Alguna forma de vida inteligente se topará con las Voyager 1 ó 2? ¿Comprenderán de dónde partió? Para ese entonces, ¿habrá vida aún en la Tierra? ¿Llegarán a descifrar los sonidos, imágenes; el mapa estelar?

Quizás nunca lo sepamos.

Son como botellas con un mensaje lanzadas al mar, aunque mejor es no esperar una respuesta, hasta dentro de varios miles de años.

Mientras tanto, la ilusión nos alimentará y, seguramente, lanzaremos más “botellas al mar”…


Claudia C. Pérez Ferrer
Achernar - Difusión de la Astronomía
Mar del Plata, 14 de agosto de 2012

Buenos Aires - Argentina


EL LIBRO

"UN PÁLIDO PUNTO AZUL" de Carl Sagan, Editorial Planeta, 430 págs.



Sagan nos brinda en esta obra una nueva visión del futuro humano en el espacio exterior. Con un relato comprensible y ameno, como todas las obras del Astrónomo y divulgador norteamericano, el lector es llevado a distintos viajes por el Sistema Solar, desde los planetas internos a los grandes gaseosos y del cinturón de asteroides hasta la Nube de Oort para emprender la tarea de toma de conciencia de que la Humanidad deberá salir de su planeta de origen para comenzar el largísimo camino de sobrevivir en otros mundos en busca de su destino en las estrellas. Es muy interesante la especulación y los consejos de Sagan para tan profundo cambio humano:"si seguimos acumulando poder en lugar de sensatez, con toda seguridad nos autodestruiremos" Una revisión sobre la carrera espacial, a veces por motivos políticos, a veces para la verdadera investigación, es mostrada como una perspectiva casi segura del camino que llevará al hombre a encontrar un nuevo hogar en otros mundos. Brillante. JG

No hay comentarios:

Publicar un comentario