sábado, 14 de abril de 2012

PROGRAMA Nº86 13/04/2012

APERTURA


EL DESIGNIO LUNAR

Por Julio A Guerrieri

Uno de los primeros objetos celeste que el hombre observó a simple vista fue la Luna. Y es muy seguro que fue y es el más visto principalmente porque su observación no daña la vista como lo es en el caso del Sol. Parece ser que la mayoría de los planetas pueden tener una ó varias lunas ó satélites naturales. Esto tiene que ver con la formación planetaria y con la posibilidad posterior de que los planetas atrapen asteroides para convertirlos en satélites. Nuestro vecino Marte podría ser un buen ejemplo.

Cuando los planetas son gigantes y gaseosos, poseen generalmente decenas de lunas porque su gravedad es lo suficientemente grande para atraparlos, hacerlos girar en su entorno y hasta modificarlos en su estructura geológica aumentando su temperatura interna. Esto trae como consecuencia la aparición de volcanes activos, géiseres hidratantes y hasta el mantenimiento de océanos líquidos, como parecerían ser los casos de Io, Europa, Encelado y posiblemente otros satélites de nuestro Sistema Solar.

Si las lunas aparecen en torno a planetas ferro-rocosos como en el caso de la Tierra, aquellas pueden tomar un protagonismo importante en el mecanismo de la evolución biótica. En efecto, se asegura que las mareas producidas por la presencia lunar condujeron definitivamente a la evolución de los peces hacia los anfibios en la conquista de los suelos dando lugar a la fauna terrestre.

La influencia lunar se refleja tan importante, que hasta parece que tuvo su intervención en un hecho tan trágico como el hundimiento del TITANIC en 1912. Pero esa es otra historia.


Bienvenidos al 86º programa de EL TERCER PLANETA

Y gracias por estar.


OBSERVAR EL CIELO A TRAVES DE LA RADIO

Texto original:David Parry Rubincam y David D. Rowlands
Laboratori de física terrestre centro de vuelos espaciales Goddar de la NASA - Greenbelt, MD 20771

Adaptación para radio: Sergio O. Rubinetti

El Titanic partía de Southampton, Inglaterra, en su primer y único viaje, al mediodía del miércoles 10 de abril al mando del capitán E. J. Smith. Ese mismo día, al anochecer, atracó en Cherburgo, Francia, donde recogió más pasajeros. Dos horas después el orgullo de la compañía White Star Line se encontraba de nuevo en ruta, esta vez hacia Queenstown, Irlanda. Desde allí el barco enfiló hacia la costa atlántica de Nueva York con 2.200 personas a bordo. Los dos días siguientes transcurrieron tranquilos y sin hechos destacables. Alrededor del mediodía la tripulación apuntaba sus sextantes hacia el Sol para determinar el meridiano del lugar, ajustar el reloj del barco y mantener de forma precisa la hora local.
El domingo 14 de abril, algunas señales de radio en morse procedentes de otros barcos advirtieron que había hielo en su ruta (En aquellos días no existía la comunicación oral; la radio estaba todavía en sus albores). Bruce Ismay, director ejecutivo de la White Star Line, utilizó uno de esos mensajes para asustar a algunos pasajeros.
La noche sobrevino fría y sin Luna. Mientras el Titanic avanzaba a 22,5 nudos (46 km/h), su velocidad máxima, el capitán Smith ordenó al segundo oficial, Charles Lightoller. estar alerta por si se ocurria alguna incidencia que obligará a aminorar la marcha.
Los vigías nocturnos normalmente observaban las olas que rompen sobre la parte superior emergente de un iceberg; la espuma blanca produce un trazo fácil de distinguir. Pero esa noche no había prácticamente ni olas ni viento y además, no había Luna. Es imposible afirmar si esta hubiese evitado o no el desastre pero su presencia hubiese colaborado con la detección temprana de la roca de hielo.A las 23:40(hora del barco)el vigía Frederik Fleet, en el puesto de observación, distinguió un objeto que parecía más oscuro que el fondo del cielo. Tomo el teléfono y llamó al puente: "Iceberg al frente". Abajo en el puente, el primer oficial William Murdoch ordenó a la sala de máquinas virar, y el barco se dirigió lentamente a babor. Pero el iceberg estaba ya demasiado cerca: el imponente pedazo de hielo rozó por estribor y produjo perforaciones en el casco a lo largo de varios metros.
Al analizar una muestra extraida en 1985 se comprobo que el material de contruccion tenia exceso de manganeso lo cual produce cristalizacion del mismo a bajas temperaturas, el Titanic con susu 3 millones de remaches era como una caja de cristal.
Smith y Thomas Andrews, uno de los constructores del barco, revisaron la inundación de las cubiertas inferiores. A medianoche conocieron la peor noticia: el agua sobrepasaba la línea de flotación de algunos compartimentos y se accedia a otros por arriba. Andrews le auguró al barco entre una hora y hora y media para permanecer a flote. Su estimación resultó demasiado pesimista: al navio todavía le quedaban más de dos horas de existencia.
Smith ordenó a la tripulación subir a los pasajeros a los botes salvavidas y arriarlos. Lightoller se hizo cargo de los botes de babor y Murdoch de los de estribor, y el embarque comenzó de una forma totalmente desordenada: los simulacros de salvamento que se anunciaban para los domingos por la compañía White Star Line nunca se realizaron. Entretanto, salvo dos o tres excepciones, Lightoller permitió a las mujeres y los niños embarcar primero en los botes. Murdoch permitía subir a los hombres cuando no se encontraban presentes mujeres o niños. Uno de estos afortunados fue Lawrence Beesley, un joven profesor de ciencias que iba a Estados Unidos de vacaciones.
Fue en mar abierto cuando Beesley apreció el cielo: "Las condiciones climáticas eran extraordinarias.
Smith, a bordo del navío siniestrado, ordenó a los operadores de radio que telegrafiaran una llamada de socorro. Algunos barcos parecieron confundidos ante la llamada de emergencia del Titanic. en tanto que otros respondieron. Cuando los telegrafistas enviaron la posición estimada del Titanic, el cuarto oficial, Joseph Boxhall, calculó una nueva posición a partir de observaciones de estrellas realizadas a las 19:30. La posición que obtuvo, 41 46'norte y 50° 14¨oeste. En 1985, el oceanógrafo Robert Ballard anuncio que el Titanic se encontraba partido en dos en el fondo del océano, y su posición exacta era y es: 47° 44'norte, 49° 57, oeste, es decir,24 kilómetros al este de la posición radiada. Boxhall había hecho un buen trabajo al realizar los cálculos en circunstancias tan difíciles.
Elizabeth Shutes, en el bote 3, escribió después:Nunca vi un cielo tan brillante como cuando abandonamos el Titanic, nunca había visto tantas estrellas fugaces. Hacian que las angustiosas bengalas que se lanzaban desde el barco semihundido parecieran tan pequeñas, apagadas y vanas". Smith ordenó al contramaestre Georse Rowe lanzar bengalas al aire para atraer la atención de un barco en el lado de babor que no respondió a los puntos y rayas que se difundían aquella noche sobre la ionosfera. La tripulación del Titanic no llegó a conocer la identidad del navío pero se sabe que era el Californian, detenido en plena noche por el hielo y con el operador de radio fuera de servicio. El Californian. No vio los cohetes e intentó hacer señales al Titanic con un foco morse pero no realizo ninguna otra acción


CUESTIONES CLAVE

A primeras horas de aquella noche Murdoch relevó a Lightoller en el puente. Conversaron hasta que la vista de Murdoch se adaptó a la oscuridad y comentaron la falta de definición entre el cielo y el horizonte que hacía difícil de apreciar a un iceberg. Si así fuera, el rápido avance del barco parecería imprudente. El vigía Reginald Lee, que estaba en la torre de vigilancia con Fleet, testificó que éste le hizo notar la presencia de la neblina. Sin embargo, el propio Fleet no hizo demasiado caso de su advertencia. (Coincidieron en que no había prismáticos en el puesto de vigía. Se habían llevado un par al principio del viaje y no habían sido devueltos). Lightoller negó enfáticamente la existencia de nieblas. Ciertamente, Beesley tampoco advirtió ninguna desde el bote Nº13. La controversia todavía se cierne sobre Smith: " ¿era o no un buen capitán? Podría haber estado prevenido del peligro y haber retrasado el giro en "la esquina" (un punto cerca de los 42o norte y 47o oeste, en que los buques normalmente cambian su rumbo para dirigirse hacia Nueva York, de forma que el Titanic habría ido hacia el sur de un campo de hielo situado a su oeste. Posteriormente, un jurado le encontró negligente con respecto a la velocidad del Titanic, pero hasta el último momento mantuvo una vieja tradición: el capitán Smith se hundió con su barco. Cualquiera que sean las dudas sobre el aquella noche el cielo sólo añadió controversias. En medio de los fuegos de las bengalas el contramaestre Rowe creyó ver otro barco, esta vez en Ia parte de estribor. Smith dirigió sus anteojos hacia la luz y le dijo a Rowe que se trataba de un planeta. La evidencia astronómica puede clarificar al menos parte de este misterio.El brillante planeta visible en ese momento era Júpiter, con una magnitud de -2,4 hacia el sureste. Nuestros cálculos muestran que Júpiter salió hacia las 23:05 hora del bardo, casi 40 minutos antes de chocar con el iceberg. A partir de medianoche tendría una altura de unos 8°, imposible de ser confundido con un barco en el horizonte del océano. El otro planeta visible aquella noche, era Marte, que, siguiendo el mismo razonamiento, debería haberse puesto en el horizonte oeste-noroeste alrededor de las 00:53, justo en mitad del drama. Aunque Marte era unas 30 veces más débil que Júpiter, con una magnitud de +1,3 podría haber sido fácilmente visible si el aire era tan trasparente como aseguran los que iban en los botes salvavidas.
Marte estaría a estribor si la proa del Titanic apuntaba hacia el oeste-suroeste (la dirección de su trayectoria) o algo más hacia el sur (hacia donde se dirigió para evitar al iceberg). Por tanto, Smith y Rowe podrían haber estado viendo a Marte. Pero en este caso el Calífornian habría estado a estribor y no a babor, como indico Schmit al principio. Por otra parte, si la proa apuntaba hacia el noreste (la orientación que tenía en el fondo del océano), el Californian se situaría a babor, tal y como afirmaban los supervivientes y Schmit, y Júpiter a estribor. La orientación exacta del barco durante el naufragio es todavía muy confusa pero los datos de la posición de los planetas y la del Titanic en el fondo del mar, son indiscutibles, con lo cual el California y Marte estaban a babor mientras que Júpiter se encontraba a estribor ya que la proa estaba apuntando a la dirección inversa a su trayectoria.
El oleaje cubrió por completo al Titanic a las 2:20 de la madrugada, hora del barco, y los 270 metros del navío se precipitaron al fondo del mar a casi 4.000 metros de profundidad. De los 2.200 pasajeros, 1.500 perecieron, incluyendo al capitán Smith, Andrews, Murdoch y varios distinguidos personajes que viajaban en primera clase. El multimillonario John Jacob Astor podría haber estado entre los primeros que murieron, aplastado al desplomarse una chimenea. Su cuerpo, mutilado y cubierto de hollín, fue recuperado del agua posteriormente; los 4.000 dólares que llevaba en el bolsillo ayudaron a identificarlo. Los pasajeros de tercera clase fueron los que resultaron más perjudicados: murieron casi 530. Sin embargo, la mayor pérdida de vidas se dio entre la tripulación del Titanic: aproximadamente 670 encontraron la muerte. Entre los 700 supervivientes se encuentran Beesley, Boxhall, Ismay, Rowe, Lee, Fleet y Lightoller. Después de una penosa experiencia que casi parece escrita para un guión de Hollywood, Lightoller nadó hacia un bote que se encontraba volcado y trepó encima, donde él y otros 30 tiritantes hombres pasaron una horripilante noche, algunos murieron congelados.

EL RESCATE

Con el Titanic hundido, los supervivientes esperaron tétricamente en los botes salvavidas el rescate. Beesley relata:
"Durante toda la noche estuvimos observando el horizonte con la mirada anhelante por distinguir la señal de algún vapor, La creciente iluminación del alba fue revelando el increíble peligro, pudieron ver grandes cantidades de hielo flotante. Después de una noche de falsas alarmas, algunos supervivientes no se percataron que los rescatadores se encontraban cerca. El Carpathia, al mando de Arthur Rostron, lanzaba bengalas para hacerles saber que la ayuda estaba en camino. Tan pronto como su tripulación le hizo saber que el Titanic se estaba hundiendo cambió su ruta; sólo después preguntó si estaban completamente seguros de su información. Rostron ordenó poner vigías extra y, con el Carpathia esquivando icebergs a toda velocidad, alcanzó la posición radiada por el Titanic alrededor de las 4 de la mañana, recorriendo los 100 kilómetros en 3 horas y media. Su barco recogió a todos los supervivientes. Rostron recibió, por esta acción, la Medalla de Honor del Congreso. Inexplicablemente el SS Californian, se demoro casi el mismo tiempo en recorrer las aparente 20 millas que lo separaban del Titanic, si hubiese tenido la misma actitud que el Carpathia hubiera llegado a tiempo para rescatar a las personas del agua y a si evitar la principal causa de muerte, el congelamiento y no el ahogo.

El naufragio del Titanic sentó,como una sacudida eléclrica, a toda la Edad Dorada de la epoca. Más tarde, a petición de la marina británica, el segundo oficial, Charles Lightoller, tuvo que responder por la razón de la tragedia y dirigiéndose a los jueces manifesto:"Bien.... en primer lugar", debo decir que esa noche, "no había Luna..."

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¿Hundió la Luna el Titanic?

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